Uno de los males de una organización es el peligro de un exceso de reorganización y esto la de mirarse el ombligo, y suponer que no dependen de la cadena de suministro, es por ello que es necesario suponer que en el futuro, debe asegurarse de considerar también como afectara a los clientes y proveedores, debido a que ellos son el motor que permitirá el desarrollo de la organización a futuro.
En este caso la preocupación radica típicamente alrededor de la salud, calidad y la seguridad, aunque se reduzca el empleo y se nota el impacto en la economía local, donde los altos políticos tendrán que tranquilizar, esta incertidumbre "Los reguladores y funcionarios gubernamentales -como los clientes- no quieren tener que negociar las complejidades de la organización interna de una compañía, por lo que lo mejor es facilitarles la vida comunicándose temprano en el proceso.
El consejo es el mediador que permitirá dar a conocer el impacto en el rendimiento empresarial en toda la empresa en cuanto a la reorganización, el consejo debe entender lo que está sucediendo y por qué, y ser consciente del marco temporal, los beneficios y los riesgos en el camino de la reorganización.
La reorganización bajo cualquier circunstancia consume gran cantidad de tiempo y energía, incluida la energía emocional, es por ello que los lideres con una buena comunicación bien diseñada, pueden reducir al menos la ansiedad innecesaria y el ruido de la rueda improductivas, es por ello que la planificación debe empezar antes y los empleados deben ser informados antes de los cambios incluidos a los que se encuentran fuera de los límites, para poder ir más allá del anuncio del diseño conceptual y por ende aumentar las probabilidades de que la reorganización pegue.
Autor: Lic. Gabriel Acuña
Docente formador del Instituto Juan Bosco